Ejercer la asesoría fiscal no resulta fácil. Se trata de una materia específica que requiere excelencia en la formación y una serie de habilidades personales y sociales clave con las que enfrentarse a los múltiples desafíos que plantea un entorno laboral complejo en constante cambio.

¿Qué marca la diferencia entre aquellos asesores fiscales de éxito y el resto de profesionales? ¿Es suficiente con tener conocimientos técnicos? ¿Qué otras capacidades buscan las empresas? Tras consultar varias voces expertas, recopilamos algunos factores necesarios para ejercer la asesoría fiscal con garantías de éxito.

1. Visión global de la problemática fiscal

Tenemos que ser capaces de identificar y tramitar operaciones de orden fiscal y de otra naturaleza, pues cualquier acción de tipo fiscal tiene implicaciones en otras áreas del derecho, como civil, mercantil o laboral. Tener una visión global de la problemática tributaria se consigue a través de la preparación y la experiencia.

2. Adaptación y actualización constante

Resulta fundamental tener capacidad de adaptación y actualización constante, pues el dinamismo del ámbito fiscal requiere estar al día en la normativa para saber defender con propiedad los derechos del contribuyente.

3. Anticipación y toma de decisiones

Y tener facilidad para la anticipación y la toma de decisiones. Dado que es una materia en continua evolución, se necesita capacidad analítica para, ante cualquier giro normativo, saber qué necesita cada cliente en un momento dado. De lo contrario, nos encontraremos en situación de querer tomar medidas cuando ya es tarde…

4. Solidez de conocimientos jurídicos y económicos

Dominar el mundo del derecho no es suficiente. Hay que tener una visión más amplia, que alcance el ámbito de la empresa. La normativa fiscal abarca conceptos jurídicos y  nociones contables y económicas que podemos analizar mejor desde el conocimiento de todas esas áreas.

5. Escucha activa y empatía

El contacto con el cliente nos exige disponer de ciertas habilidades sociales y la capacidad de explicar la materia fiscal a la sociedad. La escucha activa y la empatía juegan un papel relevante en nuestra profesión, pues debemos saber ponernos en el lugar del otro para entender sus problemas y darles solución.

6. Dominio de las nuevas tecnologías

Es necesario ser consciente de la importancia de las nuevas tecnologías en el ejercicio de nuestra profesión. La disposición para trabajar los nuevos entornos digitales es esencial para conocer mejor y manejar las nuevas herramientas y sistemas de tributación.

7. Honestidad y ética fiscal  

Cuando nos aprovechamos del sistema en nuestro propio beneficio, perjudicamos a otros, de ahí la necesidad de tomar decisiones responsables, basadas en los principios de legalidad, lealtad y respeto. Para ejercer la asesoría fiscal con éxito, resulta necesario apelar a la responsabilidad social de nuestra profesión, pues aplicamos el sistema tributario en nombre del contribuyente. Los expertos coinciden en que la capacidad de introducir la ética fiscal en el día a día de la profesión es una de las claves del éxito, debido a que la mala praxis suele traducirse en imagen negativa.

¿Cómo conseguir estos valores de éxito? Con mucho trabajo, confianza y, sobre todo, una formación específica, práctica y avanzada como la del Máster en Asesoría Fiscal de la Universidad Miguel Hernández de Elche. ¡Especialízate en derecho financiero y tributario!